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"Luz de Colibrí" El asombro de amanecer, amando.

  • Foto del escritor: Nancy Hernández
    Nancy Hernández
  • 29 abr 2021
  • 5 Min. de lectura

El poemario de Alberto Ruy Sánchez llegó a mis manos siendo regalo de mi amigo Raúl Armenta, a quien conocí por su proyecto independiente CaileGDL -en el cuál he tenido algunas participaciones-, y que a su vez, recibió el libro al entrevistar al mencionado autor. Checa la entrevista aquí , donde se habla más de la idea y la creación de esta linda obra.


Portada

Tal como se describe en la contraportada, en los poemas que encontramos en este libro se describe de manera sublime las experiencias de despertar al lado del ser amado. Se autodenomina "un diario poético de una exploración del encuentro de los cuerpos entre el umbral de sombras de los sueños recién abandonados y el filo de las luces recién nacidas".


Hasta la dedicatoria me parece simplemente bella

Esta "composición del despertar" se divide en cuatro fases:

Esos primeros instantes de lucidez... "Algo fluido, como el tiempo, nace entre mis brazos cuando tú abres los ojos. Aparece como si de tu cuerpo brotara el mundo. Y yo me dejo llevar por ese río recién nacido como algo que va tomando la forma de un cuerpo entre tus brazos. Caudal de alcoba, de besos, de arrebato. Soy lo que inventa tu sonrisa despertando." "De nuevo en ti. De nuevo me muevo aquí un sueño, dos anhelos, mi sangre delirante. Mi oleaje entre tus piernas y su espuma. Mi arena removida mar adentro. De nuevo soñé que entraba en ti como desliz apetecible y absoluto, como si hundiera mi cabeza al otro lado del espejo. De nuevo tus piernas y las mías, multiplicaban sus andanzas, mil caminatas en el aire. La danza prometida. El sueño de andar, muy juntos, en varias realidades y distintas direcciones simultáneas."


Qué tal las ocasiones en que uno es quien despierta primero, y puedes contemplar a tu pareja mientras aún duerme, o en sus primeros instantes al despertar... "Aunque lo hagas en silencio y con la luz apagada, aunque trates de no mover el aire ni perturbar las sábanas, cuando en la noche te levantas y, sigilosa, caminas hacia el ropero o al baño, te miro plena, te escucho. Sin saberlo, me tocas dentro y me alegras. Tu espalda, tus piernas, tus nalgas, tu aliento son plenitud en tenue movimiento: concierto de sensaciones en mi cuerpo." "Tus poros, que se alegran, dicen por dónde avanzan mis ojos mientras te tocan. Y saben que con los ojos te huelo y me hundo en el aliento de tus bocas. No hay disgusto ni espina ni olor que no transformes. Nada hay en ti que no me vuelva sal y estallido caída libre, cristal, tormenta eléctrica y que al cerrar los ojos no me trastorne. Tu piel, olor a mar, marea y enamora."

Este siguiente poema es de mis favoritos: "Tu mano en la pared es el sol que me atrapa y me incendia. Es la flor del instante, del gemido de otros músculos para acogerme. Estoy en ti por la fuerza de esa mano solar. Tu espalda convertida en látigo me arrebata con flagelación infinita, dolorosa, ardiente. Tu espalda es la serpiente que torciéndose me mastica, me digiere, me vuelve delirio hiriente."

Qué manera de nombrar lo que ocurre entre los cuerpos que amanecen, se transforman, y se incendian... "Desde el río incierto de tu espalda, en la cálida obscuridad que nos cobija, navego por tu sombras sin mirarlas con los ojos de mi piel como en tu sueño. En el calor de tu cuerpo, a la deriva voy y vengo sin perturbar tu aliento cuidando de que sigas dormida mientras por tu espalda suave y firme, casi sin moverme, desciendo. Y en medio de la noche de tu cuerpo, se levanta doble, solar, omnipotente, absorbiendo mi entusiasmo y mis anhelos la doble colina clara donde nacen tus piernas. No dejo de mirar ojos adentro la clara luz que de tu cuerpo emana y en el olor que sin cesar navego, hundido en ti, como en las sombras, aprendo a distinguir la eternidad de cada instante, luz en la luz, aire en el aire, y en tu sonrisa sin despertar descubro que al salir el sol entré en tu sueño."

"Con el tacto exaltado mirar dentro de ti. ¿Cómo explicar que mi sexo mira como un ave que te vuela dentro? Con la inocencia del ciego que al retirar la venda ve por primera vez. Amarte es mirar." ¿Continúo? Sé que esto es apasionado, romántico, fuerte, delirante y excitante. Vaya que se agradece y disfruta. Así que sí, sigo compartiendo: "Me tocas. Siento tu frente en la mía, suave primero, cada vez más intensa. Dices que así entro mejor en tus ideas. Casi al despertar me miras, siento que me miras con los ojos cerrados. Dices que así me ves más hondo. Me hueles. Escucho que me hueles. Dices que estoy en el aire que respiras. Me devoras lentamente con tu sonrisa afilada, navajas desenvainadas los dientes. Me abrazas, y te mueves como oleaje llevándome agitado a la deriva. Tu beso es ancla y tormenta. Fuertes y suaves a la vez, tus labios y tus dientes son razón obstinada." "Del cuello hacia tu talle descendió la noche enredando en la oscuridad nuestras miradas, nuestros labios lentos, nuestros silencios. Llevándome por tu espalda al vértice devorador entre tus piernas. Al abismo oscuro que hizo de conocernos conspiración nocturna, composición perfecta. De tu nuca al coxis bajan mis manos pensativas, del coxis a la nuca vienen sabias, agudas, deslumbradas. Hacia tu cuello brota el día desenredando los delirios gimientes las sonrisas obscuras nuestros suspiros nuestras mordidas nuestra dispersión de sombras diluidas todas en la claridad creciente que emana de tu cuerpo." 🔥🔥🔥


Destellos de energía, momentos deslumbrantes, luminosos... "¿Recuerdas esa luz que entró por la ventana la primera mañana, con aliento del mar que en ti nacía, con el empuje del oleaje entre los dos que hacíamos hondo? Porque la luz se enredaba, la luz de afuera y la de adentro, la de la luna sin irse, y la del sol que se instalaba sin concierto. La luz traslúcida de tus párpados y la luz húmeda de tu sexo. Iluminabas mi boca, mis manos, mis testículos. Tus pies nadaban en sueños, hacia mí. Subió tus piernas el oleaje de luz y se enredó en las sábanas arrastrándonos mar adentro." Como verás, y como se explica al final de este libro: "es una exploración de ese instante en el que los amantes cruzan un umbral, hacen los rituales que conjuran todo lo desagradable que los separa y dan sentido a la vida, descubren la naturaleza plural del cuerpo y lo rostros múltiples de la luz que, en ella, los ha transformado."


No hay forma de superar esta definición, ni de hacerla más acertada. Este libro puede transportarte a las vivencias compartidas con un antiguo amor. O tal vez, tu caso sea que no se han experimentado aún estos momentos y sensaciones, por lo que alienta a la imaginación, y el anhelo de ese compañero o compañera futura. Quizás, puede que tengas a tu lado al gran amor jamás contado, y compartas las líneas que gustosas se leen es estas hojas. Sea como sea, sé que te encantará tener este libro entre tu colección, para volver a él de vez en cuando, a lo largo de tu vida. ❤ ¿Qué te parece?

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